Esto es solo el principio. Hay fallos conocidos… y otros por descubrir 😅.
Si ves algo raro o tienes alguna sugerencia, no dudes en comentarlo a través de @influencerregu. ¡Toda ayuda es bienvenida!
Esto no es una plataforma profesional. Es una plataforma de opinión.
Está hecha por un disfrutón del cine (yo) para otros que quieran disfrutarlo sin prejuicios ni notas frías.
Aquí no se trata de decir si una peli es buena o mala, ni de ponerle un número del 0 al 10.
La idea nace de algo mucho más subjetivo: ¿qué vibra tiene esta peli? ¿Qué te apetece ver hoy? ¿Qué sensación buscas?
Por eso, el objetivo de esta plataforma es ofrecer recomendaciones según emociones, energía y estilo, no solo calidad técnica.
Accede aquí a la leyenda preliminar sobre los elementos con los que valoro las pelis.
📹 En el futuro, cuando la plataforma esté más completa, podrás ver mis críticas personales (si las subo) en formato texto y vídeo. Desde aquí podrás acceder directamente al vídeo de la peli que te estés planteando ver. Así, más claro imposible.
Estoy trabajando en dividir los sellos especiales en dos tipos:
Sellos de sensaciones especiales: lo que transmite la peli (buenrollera, emotiva, brutal, reflexiva…).
Sellos más estándar: animación, suspense, basada en hechos reales, etc.
Además, estoy valorando si añadir algún otro tipo de etiqueta o filtro extra para afinar aún más la recomendación.
Estoy desarrollando una herramienta para que la plataforma pueda recopilar automáticamente información básica de cada película y guardarla en una base de datos propia.
Gracias a esto, podré añadir nuevos filtros sin depender de fuentes externas. Será más ágil, más personal, y mucho más útil.
La película comienza con un dilema tan potente como incómodo, planteado por el personaje del relojero a sus compañeros de taberna. No es una pregunta abstracta: les plantea que, si murieran en ese instante y fueran a reencarnarse cinco minutos después, ¿a quién elegirían ser? ¿Preferirían reencarnarse en Tomóceus Katatiki, un comandante que tortura a su esclavo con total crueldad, pero sin ser consciente del daño que causa, porque vive en una lógica sin remordimiento? ¿O en Gyugyu, su esclavo, humillado y sufriente, pero con la conciencia y la dignidad intactas?
La clave del dilema está en el punto de vista actual: ¿desde la conciencia que tienes ahora, aceptarías vivir como un torturador sin culpa, o como alguien inocente que lo pasa terriblemente mal? No se trata solo de sufrimiento o comodidad, sino de qué valor tiene la conciencia moral frente a la ignorancia culpable.
Este dilema no surge en un vacío. Desde el inicio, la película plantea preguntas filosóficas muy potentes sobre la guerra, la razón y el conflicto de ideas. Los personajes hablan de lo que ocurre cuando uno se enfrenta a alguien que piensa diferente. ¿Qué sentido tiene debatir? ¿Vale la pena razonar cuando el otro tiene una idea cerrada? En tiempos donde impera el miedo, donde cualquier palabra puede tener consecuencias, estas preguntas no son solo intelectuales, sino vitales.
El quinto sello no es una película de trama trepidante. Es una conversación en apariencia inofensiva que se transforma en un campo de minas éticas. Está ambientada durante la ocupación nazi en Budapest, pero utiliza ese pasado para hablar del presente (el suyo, bajo el régimen comunista húngaro), y del nuestro. Habla de cómo los sistemas totalitarios obligan a elegir entre ser verdugo o víctima. No hay refugio neutral. Aunque para mí, este debate es extensible a casi cualquier sociedad, incluso las actuales democracias occidentales y sus sistemas socio económicos.
La película se basa en la novela de Ferenc Sánta y está dirigida con precisión por Zoltán Fábri. Los diálogos son demoledores, con frases que se te quedan rebotando en la cabeza. Algunas conversaciones son tan potentes que dan ganas de poner pausa y hablarlas con alguien. El reparto está espléndido, y la dirección saca lo mejor de cada personaje, logrando que el espectador sienta que está allí, escuchando esa charla con una mezcla de incomodidad, fascinación y miedo.
Y la escena final… la escena final es de las que se te quedan grabadas. Una imagen que funciona como conclusión simbólica, casi religiosa, de todo lo que se ha planteado antes. Una fotografía con peso, que exige interpretación.
El quinto sello es de esas películas que no basta con ver una vez. Hay que volver a ella, estudiarla, reflexionar sobre lo que dice y lo que calla. Es una obra que te obliga a mirar hacia dentro y preguntarte quién eres, quién serías… y a quién te atreverías a volver a ser.
Ambientada en Budapest a finales de la Segunda Guerra Mundial. Un grupo de amigos dialogan una noche en un bar. Uno de ellos propone un dilema moral: Si volvieran a nacer, qué preferirían ser, un cruel rey que comete todo tipo de atrocidades o el esclavo que las padece..
¡Bienvenido!
Esto funciona de una manera muy simple. La aplicación crea listas de recomendaciones según las vibras que tú le pidas.